Dra. María Alicia Ureña Tavera

Las enfermedades alérgicas del ojo son procesos muy frecuentes que constituyen un motivo de consulta habitual.

La afectación alérgica ocular consiste en la inflamación cutánea del párpado y / o de la conjuntiva, ocasionadas por la exposición a sustancias que habitualmente se encuentran en el aire (neumoalergenos) produciéndose una reacción de hipersensibilidad o alergia en personas propensas.

La conjuntivitis  alérgica es una enfermedad frecuentemente asociada a rinitis alérgica. Aproximadamente de un 40-60% de la población alérgica presenta síntomas oculares sugerentes de alergia.

Existen múltiples agentes causales que pueden producir las diversas enfermedades alérgicas, dentro de los más frecuentes o comunes podemos encontrar a los ácaros, hongos, pólenes  y epitelios.

Por otra parte, son múltiples las manifestaciones oculares de la alergia, las cuales pueden presentar síntomas desde leve hasta graves.

¿Qué síntomas presenta una conjuntivitis alérgica?

Los  síntomas característicos de la conjuntivitis alérgica son: picor o escozor, sensación de arenilla, lagrimeo, enrojecimiento de ambos ojos, inflamación de los párpados, ojeras, entre otros. En la mayoría de los casos ambos ojos suelen verse afectados, pero en ocasiones se afecta un solo ojo, como por ejemplo cuando ocurre en los casos de contactos aislados con animales.

¿Qué estudios  se suelen realizar para llegar al diagnóstico?

El médico alergólogo realizará una serie de preguntas para poder elaborar su historial clínico, posteriormente realizará un examen físico, tras lo cual determinará los estudios que considere pertinente. Los estudios que con mayor frecuencia suelen realizarse son pruebas cutáneas de alergia, analíticas sanguíneas, pruebas de exposición conjuntival a alérgeno, entre otros.


¿Cuáles son las posibles opciones de tratamiento?

El tratamiento instaurado por el alergólogo puede variar según su historial clínico o  el estado de gravedad; el mismo puede ir desde medidas de evitación ambiental, tratamiento tópico (gotas o colirios), tratamiento farmacológico sistémico o inmunoterapia específica (vacunas de alergia).


Finalmente recordarles que es muy importante acudir a su alergólogo si presenta los síntomas previamente mencionados, ya que un diagnóstico y tratamiento instaurado de forma temprana puede prevenirles secuelas o daños irreversibles importantes.